Asimismo, la entidad vecinal ha insistido en su rechazo a la ampliación del puerto “por el impacto ambiental que supondrá el aumento de tráfico marítimo y terrestre” y “por la amenaza para las playas del sur y la Albufera”.
Este colectivo se ha pronunciado de este modo, en un comunicado, coincidiendo con la celebración este viernes a las 19.00 de su primer pleno ordinario desde la llegada de la pandemia de la covid-19.
Desde el movimiento vecinal se está tratando también de hacer llegar al consistorio cuestiones como “impedir la venta de inmuebles de uso residencial para usos hoteleros; un plan de acción contra las viviendas de uso turístico ilegales; un cuerdo de ciudad sobre el uso equitativo del espacio publico; un impulso al Observatorio del ocio y del turismo; y la elaboración del plan de recursos turísticos de la ciudad”.
La Federación de Asociaciones de Vecinos propone a todas las asociaciones vecinales reflexionar sobre el estado de la vivienda y del espacio público en cada barrio y acordar un plan de acción en defensa de la ciudad, del derecho a no ser expulsados de las casas y del derecho a ocupar libremente la calle. “Debemos dar visibilidad a lo que ocurre en nuestros barrios y promover una respuesta de ciudad para hacerles frente”, ha afirmado Broseta.