No ganamos para disgustos! La plaza del Carmen ha sido siempre una plaza de juegos para niños y de encuentro para madres y padres, a la que la actividad del Palau Pineda como sede de la UIMP, le añade a esa vida de barrio un cierto aire académico. Una plaza que podría ser una delicia. Pero ahora, desde que la Vicepresidencia 2ª del gobierno de la Generalitat ha decidido aposentarse en ese caserón, la plaza es, además, aparcamiento de los vehículos de protocolo.
Una vez mas nos encontramos ante ese extraño fenómeno “paranormal” de que sea la propia administración quien degrada, con su mala cabeza, Ciutat Vella.
Primero fue la ocupación abusiva de la plaza, incluido el pequeño jardín anejo, por las terrazas de los bares; luego llegaron los carteles publicitarios del Centro Cultural ensombreciendo la iglesia de la santa Cruz, de gran valor patrimonial, y ahora es el propio gobierno de la Generalitat que hace de la plaza, supuestamente peatonal, su garaje improvisado.
Si algo ponen en evidencia estos hechos es que a nuestros gobernantes (da igual que sean munícipes o conselleres) les falta “un hervor cultural” para entender de verdad lo que es la protección de un centro histórico seriamente amenazado por la terciarización.
Quizá los concejales de movilidad o espacio publico tengan razón cuando nos dicen que todo lo que nos pasa es culpa de la policía local cuando les recordamos que la movilidad del barrio es caótica o que las calles son intransitables.
Vamos a tener que poner un guardia en cada esquina para arreglar lo que ellos mismos no son capaces de cumplir.