La asamblea general de Amics de Carme del pasado 15 de febrero sirvió, además de hacer balance de las actividades cumplidas durante este último año, para evidenciar una vez más el asedio al vecindario que se está produciendo desde hace unos cuántos años y con gobiernos de varios colores. Este asedio no es solo llevado a cabo por los políticos que tendrían que hacer del vecindario bandera, sino también de las asociaciones y empresas hosteleras que piensan que el espacio público es un espacio más de su negocio, pagando (privatizando el espacio público) o lo que es peor, sacando beneficio sin pagar.
Las principales quejas del vecindario continúan siendo la turistificación, el espacio público y la gentrificación de Ciutat Vella.
– El descontrol con los apartamentos turísticos que, por muchas campañas publicitarias que haga el ayuntamiento, continúan siendo un foco de malestar vecinal por los problemas de incivismo de muchos de los turistas que nos visitan.
– La ocupación indiscriminada del espacio público por parte de los hosteleros, donde las terrazas continúan aumentando incluso en zonas acústicamente saturadas y donde la ordenanza dice que no se pueden autorizar más.
– Las aceras «menguantes» están siendo invadidas por artefactos de todo tipos que impiden el peatón desplazarse con normalidad por el barrio, habiendo en muchas ocasiones de bajar a la calzada.
– Si a esto añadimos que desde el cambio de la normativa de la APR se constata un aumento del tráfico rodado en Ciutat Vella, las calles se han convertido en un peligro para vecinos y visitantes.
– Incumplimiento de la normativa municipal por parte del mismo ayuntamiento, que está permitiendo una vulneración de la misma al permitir que se agregan edificios a Bienes de Relevancia Local.
– La autorización de más edificios dedicados a hoteles, a las autorizaciones de Casa Vella y los Palacios de los Exarchs, se han sumado ahora una nueva licencia para un hotel de 71 habitaciones en Guillem de Castro y otra en la calle Maestres.
– Las escasas promociones para vivienda que se están realizando en Ciutat Vella tienen precios y condiciones exorbitantes que hacen que finalmente pensamos que acabarán convirtiéndose en pisos de alquiler turístico. La última promoción, en la calle Alta n.º 19, oferta estudios de 26,42 m² útiles por 252.500 € + IVA.
Estas desmesuras hacen que el vecindario tenga la sensación de estar asediado por un turismo sobredimensionado y excesivo, unos hostaleros insolidarios con el residente y una administración municipal que un día anuncia una cosa y el día siguiente la contraria y no parece muy bien cabe donde echar.
