El paisaje de solares que envuelve Ciutat Vella, es una denuncia implícita de la inacción de los gobiernos municipales para recuperar viviendas y residentes. Ahora que desde hace cuatro años hay una normativa urbanística, el Plan Especial de protección (PEP) que fija las normas de uso y construcción del centro histórico, la exposición Solares en Tránsito pone en evidencia que el único ladrillo que realmente se mueve es el terciario hotelero.
Si algo pone de manifiesto la iniciativa de Amics del Carme que se inauguró ayer y que estará abierta hasta el próximo día 27 de octubre, es que cada vez somos menos barrio y más atracción para turistas.
Con la asistencia del Director General de Transparencia y Participación de la Generalitat Valenciana José Salvador Tárrega y la Diputada autonómica Isaura Navarro también vecina del barrio, junto a un nutrido grupo de vecinas y vecinos inauguramos la exposición que denuncia cómo las actuales proyecciones urbanísticas están dejando de lado las necesidades reales de la ciudadanía para favorecer intereses especulativos, principalmente del sector hostelero y turístico. Los solares vacíos, en lugar de ser oportunidades para la creación de vivienda social o espacios comunitarios, se están convirtiendo en activos para la construcción de hoteles, o apartahoteles, contribuyendo a la expulsión de residentes.
Este año que celebramos el centenario del año del poeta valenciano Vicente Andrés Estelles es necesario recordar uno de sus poemas que se repite en las fachadas de algunos solares como una llamada al vecindario que todavía transita por estas calles para que tome conciencia, pues si no actuamos como pueblo no somos nada.
Y esto es lo que hay.