El ruido de la fiesta

 

La contaminación acústica fallera

Que las verbenas y la ambientación musical forman parte de la fiesta no se discute. Pero de lo que sí hay que hablar es de cuántos decibelios y durante cuánto tiempo se puede inundar el espacio público y las viviendas aledañas por parte de las carpas y verbenas. Las calles y plazas son las de siempre pero la fiesta ha crecido en todos los sentidos. Limitar los niveles máximos de emisiones acústicas, tanto si se trata de música ambiente o de una verbena, y velar por su cumplimiento es una garantía de salud y seguridad indispensable para todos, tanto para los que la promueven y la disfrutan como para los que solo la contemplan. Evitar emitir niveles superiores a los 80 decibelios de forma continuada hasta las 4 de la madrugada fuera del ámbito delimitado para la fiesta estamos convencidos de que es fácilmente evitable, ahorraría padecimientos innecesarios y haría la fiesta más sostenible. Los limitadores de sonido son la garantía del correcto cumplimiento de la ordenanza sobre contaminación acústica y por lo tanto plenamente exigibles en todo tipo de eventos con ambientación musical, sean o no falleros.. Por este motivo, las asociaciones vecinales de Ciutat Vella firmantes encarecemos a la alcaldesa de María José Catalá que disponga los medios necesarios para prevenir los recurrentes incumplimientos de las ordenanzas que al final acaban arruinando la fiesta a unos y la salud de todos.

Firmado: Associació de Veïns i Comerciants Amics del Carme, Associació de Veïns Amics de Velluters, Asociación Vecinos Universidad, Asociación Vecinos Barrio del Carmen, Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Ciutat Vella. 

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