Ha pasado un mes desde la quema de las últimas Fallas. Los vecinos y vecinas de Ciutat Vella siguen denunciando las molestias que estas conllevan y que resultan incomprensibles, ya que nada tienen que ver con la fiesta.
Empar y Vicent, vecinos del barrio del Mercat, nos han enviado un escrito que invita a la reflexión sobre qué es la fiesta y cuál es la deriva que ha emprendido desde hace unos años:
A la numerosa lista de molestias a las que nos hemos tenido que adaptar los/as vecinos/as de Ciutat Vella durante las Fallas, desde hace apenas un par de años tenemos que sumarle el estruendo ensordecedor generado por los sucesivos grupos de tambores de Batucada que se instalan en los alrededores de la Plaza del Mercado. Particularmente, durante los días centrales de estas últimas Fallas de 2024 los vecinos/as de este barrio hemos tenido que sufrir esta molestia desde las 11 hasta las 21 horas, practicamente de manera ininterrumpida. Los decibelios que se sienten desde las viviendas llegan a tal nivel, que ni tan si quiera permite escuchar las bandas de música tradicionales ni la pirotécnia. Es más, desde nuestra particular situación, el sonido de la verbena de Plaza de Brujas fue superado por el ruido rítmico de estos tambores. Dicho de otra manera, y haciendo un símil, a lo largo de esos días hemos vivido en Jumanji.
Consideramos que desde el Ayuntamiento debe de valorarse la absoluta restricción de esta molestia orginada por estos grupos, que se instalan de manera fija y estática en un punto determinado, para ejercer durante horas una actividad -económica, sí, porque piden dinero a los transeuntes- que no guarda relación alguna con la cultura valenciana y fallera.